De fácil y rápida aplicación en pavimentos de urbanizaciones, aceras y otras vías peatonales, su rugosidad aporta la gran ventaja de los productos antideslizantes para aquellas superficies húmedas sometidas a tránsito peatonal, siendo además altamente resistente a los cambios climáticos, rayos del sol y las variaciones de temperatura.
La característica principal de este tipo de hormigón es la incorporación de un producto superficial que retrasa el fraguado de la capa superior del hormigón, la cual se elimina mediante agua a presión, consiguiendo un gran resultado estético por el contraste entre las tonalidades del árido y cemento.
Existen múltiples combinaciones de texturas y colores, en función del acabado estético que se desee, al poder emplear distintos tipos de cemento (blanco o gris), diferentes naturalezas de árido o incluso colorantes para elegir el color de fondo, lo que lo hace adaptable a cualquier entorno. Ver más sobre hormigones…