El hormigón drenante, también conocido como hormigón poroso, es un tipo característico cuya principal función es facilitar la evacuación de aguas, principalmente de lluvia.
Sus aplicaciones pueden ser muy variadas, desde pistas deportivas hasta elementos como terrazas, aparcamientos, suelos de urbanizaciones, etc.
Este tipo de hormigón se caracteriza por tener un bajo contenido en árido fino y consistencia plástica. Es más ligero que el hormigón convencional y puede llegar a alcanzar los 25 MPa de resistencia.
Además, es perfectamente compatible con cualquier tipo de tratamiento superficial, aplicándose habitualmente en instalaciones deportivas.
La ejecución de este hormigón se lleva a cabo mediante su extendido y su compactación es mínima o casi nula, ya que un vibrado excesivo modificaría su porosidad y consecuentemente su principal función de evacuar agua.