Tanto la correcta selección del tipo de cemento y sus características, como el riguroso cumplimiento con las restricciones de contenidos en cemento y relaciones agua/cemento que marca la normativa, son un punto muy importante para garantizar la durabilidad del hormigón.
Asimismo, el recubrimiento de la armadura con espesores mínimos también contribuye a mejorar la durabilidad y calidad de los elementos hormigonados.
Las obras que se ejecuten a menos de 5 kilómetros de la costa son de especial importancia por estar sometidas a atmósferas ricas en sales con altos contenidos en cloruros de origen marino.
Estas premisas son de obligado cumplimiento para evitar que la armadura quede a la vista con el paso del tiempo.